jueves, mayo 03, 2007

LAS ACERAS DE NUEVA YORK (Y SUS CACAS DE PERRO)

Ya he vuelto al mundo virtual después del aluvión de trabajo postvacacional y una infección de riñón. Cuando me agobia el estrés, cierro los ojos y recuerdo con nostalgia las aceras de Nueva York y a Sam y se me pasa el cabreo… lo justito.
No voy a contaros cómo es Nueva York, entre otras cosas porque es tan grande y hay tanto de todo que cada persona contaría cómo es su Nueva York. Por eso he decidido hacer un par de listas. Ahí va la primera.

5 RAZONES POR LAS QUE VIVIRÍA (UNA TEMPORADA) EN NY
- 1ª (y a años luz de las demás): es el paraíso musical.
En una semana fui a dos conciertos de dos de mis grupos favoritos (Placebo y Kaisyer Chiefs) en una sala de dimensiones aceptables, además de asistir a una sesión de 4 bandas en directo en un garito rockero a cuál mejor (sobre todo unos que tendrán que cambiar el nombre - Bonbond- y el look del bajista si quieren triunfar). Y eso que éramos cuatro gatos aplaudiendo. Allí el más tonto sabe tocar bien la guitarra. El sonido de los locales es exquisito. Las tiendas de instrumentos son enooooormes y están llenas de chicos guapos e interesantes que babean mirando las fenders (huelga decir que yo babeaba mirándolos a ellos). De verdad que si os gusta la música, allí vives en perpetuo estado de excitación musical.










Qué bien se lo pasaron los Kaiser tocando

- 2º: Allí está Sam. Que es un americano que conocí en el concierto de los Kaiser Chiefs con patillas y ojos verdes y aspecto desaliñado que sabe mucho de música y de decir piropos bonitos y que huele a zumo de limón. Y que vendrá a Barcelona algún día (o eso promise me)


- 3º Existen tiendas de segunda mano (o vintage, como dicen las revistas petardas) con cosas chulas y BARATAS (p.ej Beacon’s closet, en Brooklyn). No como en Barcelona, donde además de no valer gran cosa te cobran como si estuvieras comprando en Chanel. Imaginad la ropa de los 60 y 70 de la gente de Nueva York, ésa que hemos visto en mil anuncios, revistas, documentales y revistas.. Pues eso.
Y para muestra un botón de todo lo que compré (y eso sin contar las revistas, los cds, la ropa interior, las coockies de chocolate…).

- 4º El MOMA. Sería feliz si supiera que siempre que me apetece puedo ir a echarle un vistazo a Las señoritas de Avinyó.

- 5º Las tiendas siempre están abiertas. Incluso los supers. A mi horario desquiciado le iría de perlas.





Pero también hay muchas cosas de esa ciudad que pudieron conmigo:


5 RAZONES POR LAS QUE NO VIVIRÍA (UNA TEMPORADA) EN NY
- 1º (y a años luz de las demás): ¿Por qué los americanos te dan órdenes a gritos? ¿Por qué parece que estés constantemente haciendo la mili? Y no hablo sólo del aeropuerto donde of course a grito pelao te hacen ponerte en la cola, esperar tu turno, volver a pasar… Ni tampoco hablo de salir del ascensor del Top of de Rock (la torre del Rockefeller Center) y que la señorita “vehiculadora” te grite que no te quedes ahí, que vayas allá, que te pongas así… Lo más fuerte fue esperar en la cola del lavabo del Roseland, la sala de conciertos que os comentaba, y tener la sensación de estar en Guantánamo: “Ladys, against the wall. Ladys, hold the line, Ladys three more!” nos vociferaba un señor negro enorme y con uniforme (¿será que lo del uniforme les confiere automáticamente una sensación de autoridad que debe ser manifestada a gritos?). Y ya dentro del lavabo, una señora nos iba pasando a ritmo vertiginoso papel de wáter e insistía “Quickly, ladys, quickly”. Yo estaba horrorizada; cuánta tensión para un simple pis.

-2º. Hay demasiado de todo. No es que abogue por el sistema comunista, qué va, lo que pasa es que cada vez que entras en algún establecimiento SEA DE LO QUE SEA te entra una ansiedad ante tantas posibilidades que a veces acabas por no comprar nada. Cada mañana desayunaba en una bonita cafetería de la 2º con la 84 Este. Pues bien, resolví pedir siempre un cruasán porque era incapaz de decidirme entre tantos pies, tantos plumcakes y mil cosas más con nombre rarísimo y aspecto delicioso. Además, nadie parece dudar nunca, por lo que si te pones a mirar y a emitir sonidos como “Mmm”, o “one second…” te miran un poquito mal.

- 3º. Abercrombie & Fitch: El infierno hecho tienda. Tuve que entrar a comprarle unos pantalones a mi hermano y casi salgo en coma. La música está aún más alta que en cualquier discoteca, con lo que debes gritarle (otra vez los gritos) al dependiente mucho y aún así le cuesta oírte. Está oscuro y confuso y hay tíos y tías semidesnudos (eso no tendría que ser un problema, ya lo sé, pero cuando ves a cinco adolescentes acnéicas haciéndose fotos con un musculitos de pecho depilado todo te parece muy patético). El dependiente (chileno) me dijo que además la música era siempre la misma en un bucle sin fin y eso ya me pareció el colofón del averno.

- 4º. Si no eres rico, no creo que se pueda vivir dignamente. Y eso va sobre todo por los alquileres, porque lo que es salir y comer, pues como en Barcelona, más o menos (menos las cervezas, que son más caras). Por cierto, que en un bar me pidieron el passport, qué alegrón. Bueno, a lo que iba, mi hospitalario amigo Nick (un americano guapísimo, culto y homosexual para pena de las mujeres-Carrie Bratshow de piernas maquilladas que coqueteaban con él por doquier) se deja ¾ partes de su sueldo bastante bueno en un cuchitril de Manhattan. Tremendo. Digo yo que por aquí vamos por el mismo camino, pero al menos mi piso tiene dos habitaciones, by the moment.

-5º La gente está sola. En la misma cafetería que os comentaba más arriba la gente desayunaba tecleando en su portátil o hablando por el móvil pero siempre iban solos y se iban solos. Supongo que por eso hay tantos perros y tanta industria canina (y esto es verídico): líneas de ropa para perros en las tiendas más conocidas y también en las más fashion, psiquiatras para perros y gimnasio para ídems. Y claro, cacas de perro. Alucinante.

- 6º (de regalo). Delta Airlines, la compañía que te deja en tierra por overbooking, que no tiene hotel para alojarte (como si en NY no hubiera hoteles), que si te lo dan es para sacársete de encima (una familia llegó a uno derivados desde Delta y resultó que estaba completo; yo decidí volver a casa de Nick one more night) y que te hace esperar una media de 3 horas después de haberte notificado sin demasiada amabilidad que I’m afraid the flight is complet. Aunque hayas llegado 4 horas antes y hayas re-confirmado tu reserva 48 horas antes.

Hay muchísimas más anécdotas de NY: la mujer más fashion resultó ser de Igualada (localidad sita en el corazón de Catalunya), los púberes judíos ortodoxos con todo el kit de ortodoxidad encima tocando la guitarra eléctrica en una tienda, la mujer con rulos que como si nada entró en el metro, el taxista sij que me pidió en matrimonio, las ostras del Atlántico riquísimas del Pastís (mucho más ricas que las del Pacífico). No vi a ningún famoso, (ni a Mark Ruffalo, snif), aunque en Central Park me pareció ver a Scritch, el de salvados por la campana… Pero para explicar anécdotas de Nueva York ya está Silvia, que además de verlas tiene que vivirlas a diario.
Así que no os mareo más.

23 comentarios:

Ángel dijo...

Creo que si no viviera en España, mi primera opción sería Sidney. Carácter mediterráneo, buen clima, gente amable y, salvo los kilómetros de distancia, absolutamente de todo en su justa medida.

Veo que el viaje ha dado para mucho, lo que me provoca aún más envidia. Había oído hablar de la terrible disco-tienda, pero creo que hay una antes y un después en la vida de la gente que lo presencia en vivo y en directo.

Por cierto, ¿seguro que viste a Scritch en Central Park? Habría sidouna ocasión inmejorable para confirmar el giro que ha dado su carrera

Anónimo dijo...

Se me están quitando las ganas de ir a NYC en Junio. (por lo menos, si voy ya me he decantado seguro por Iberia), salvo por tooooooda esa ropa que te has comprado ;)

Anónimo dijo...

Se me están quitando las ganas de ir a NYC en Junio. (por lo menos, si voy ya me he decantado seguro por Iberia), salvo por tooooooda esa ropa que te has comprado ;)

tootels dijo...

Decidido, américa para los americanos!!!
Me quedo con mi queso, mis jamones, los de mi novia, los ladrillos y los conciertazos de Madrid
Bienvuelta a la actualidad.
NUNCA MAIS

Cayetana Altovoltaje dijo...

Fantástico resumen. Yo tengo mi historia de amor-odio con NY. No volvería a vivir en Brooklyn por 1) las ratas; 2) las cucarachas; 3) la falta de ascensores y 4) tener que hacer la colada en una lavandería que quedaba a dos manzanas. Y volvería a vivir en Brooklyn porque 1) en el mismo día podía hablar con un camboyano, un croata, un ruso y un cubano; 2) por lo mismo que tú dices de la música; 3) porque los taxistas suelen ser mucho más simpáticos que en cualquier otra gran ciudad; 4) por las tiendas de libros con grandes sillones para apoltronarte a leer; 5) por la biblioteca de NY; y (de propina) 6) por el sushi, que el de aquí es una mierda.
Por cierto, cuando estabas de pingos por el ancho mundo te envidé a un memeo, mira a ver si tienes ganas de hacerlo ;)
http://laspeluquerasmeodian.blogspot.com/2007/04/memeo-quin-te-gustara-ver-en-concierto.html

Carmen dijo...

Mila te avisé de Abercrombie y quien avisa no es traidor, ahora, no hubiera estado mal del todo mostrar también una instantanea de los chavales, no?
Siento mucho lo del riñón, sé que eso duele un huevooooooo!!!

Anónimo dijo...

Pudiste ayudar a la colonia de calamares que pugnan por la Green Card?

mila dijo...

Ángel, qué envidia Sydney; eso ya son palabras mayores. Sueño con el día de visitar las Antípodas.
Indómita, a NY hay que ir, yo no quiero quitarle las ganas a nadie; al contrario, me ha parecido un viaje genial. Simplemente no tengo muy claro que me gustara vivir allí. Pero iría una vez al año y arrasaría shoppeando (si pudiera, claro).
Tootels. El jamón. Ese manjar divino. Y añado: el jamón de los Hermanos López en Hospitalet. Sólo por ese jamón extremeño merece la pena cruzar la ciudad en hora punta.
Querida Cayetana: has añadido en tu lista un montón de cosas que realmente valoré aunque no me percaté, como lo de los sillones en las librerías o lo de los taxistas (yo pillé uno con el bigote como Dalí o más caracoleado aún!). Y sí, el sushi es mejor y más grande. Por supuesto apunto el meme aunque sea tarde (y eso que aún no he visto de qué va!). Si una tiene un blog, es para blogear con todas sus consecuencias.
Carmen, recibí tu aviso pero no lo procesé. Aún así hubiera sido inevitable tras la insistencia de mi hermano que se emperró en esos pantalones feos y gastados a precio de nuevos y bonitos.Gracias por tus ánimos.
Y al señor obsesionado con los calamares le diré que no, que la colonia había sido deportada a Malasaña y entre porras y porras se los están zampando con mayonesa.

Anónimo dijo...

NY parece enorme. No sé si se podría ir mil veces y encontrar algo distinto todas pero que hay uno diferente para cada uno, desde luego. En mi viaje lo mejor fue pasar del willeamsburgh judio jurásico amenazante al de los jovenes artistas pretendidamente no ricos con sólo cruzar una esquina. Eso si, despueés de lo que decís lamento no haber montado en taxi..

Hans dijo...

Yo necesito volver a NYC a la voz de ya. En serio. Me encantó, aunque mi experiencia de taxi se limita a un dolorosísimo regreso al hotel con un ataque de ciática que me obligó a llamar al dotó. Qué dolor. Y a pesar de todo, que grande y magnífico es ñuyor.

mila dijo...

¿Ciática, señor hans? ¿Tuvo que call the doctor? ¡Nos hacemos mayores!

Darth Mindundi dijo...

Le damos la bienvenida a estos lares, señorita Milla, y espero que su viaje por yanquilandia haya sido realmente de su agrado.

Lo que me entristece son las noticias al respecto de los calamares. Más que nada, que no se los pudiera beneficiar en forma de bocadillo.

Otras dudas: ¿Consiguió la botella de Woody Allen? ¿Y la camiseta de FDNY? Supongo que no me la pudo conseguir...

Aún así, repito, nos damos un canto en los dientes, y felicitarla por su post, sigue usted sin perder ese don al escribir... Algunos ya nos gustaría encontrarlo para/con nuestros escritos, usted parece tenerlo innato. Felicidades.

Saludos.

Anónimo dijo...

Pues no se...
Yo tenía mitificado NY como el sitio con mejores escuelas de arte y fotografía y siempre había soñado con ir pero...
Después de leerte no se yo...

Lo de la infección de riñon debe haber sido plaga pq yo tb he pasado una bastante desagradable.

Yo quiero tomarme mi tiempo para escoger bollos!
Y desde luego, despues de la susodicha infección tb quiero tomarme mi tiempo para mear!

Un beso, Mila.

Sí, si te pasas por mi pág. verás que sigo edulcorada. Es que no me lo creo ni yo!

Descontentos dijo...

Cualquier momento es bueno para visitar NY, menos el verano. Incluso el crudo invierno es mejor compañero de viaje.

Moblog dijo...

A pesar de los pesares, yo me muero de ganas de ir...

Abogadaenbcn dijo...

Yo quiero ir!!!!!

A cuidarse ese riñon, Mila!

Besitos.

El veí de dalt dijo...

Vaya...he llegado aquí a través de Abogada en BCN. Me sirven tus consejos de NY. Está en la lista todavía de ciudades pendientes. Apoyo tu opinión de Cesc Gay. Seguiré passando, si no te molesta.

tootels dijo...

MILA, ESTAS BIEN PRESISOSA!!!???

mila dijo...

Señor alehop-shops, ni botella de Woody Allen ni camiseta de FDNY, i'm sorry. EStuve a punto de pillarle una bolita de nieve con el empire o una gorra de los yankees de ésas con manitas que "clapean" al estirar de una cuerda pero algo me dijo que el kitchismo es algo que usted dejó de valorar hace años... como casi todos. Le prometo que en mi próximo viaje a dondesea me esmeraré más con los encargos.
Compañeros/as, no pretendía quitarle las ganas de NY a nadie, es una ciudad brutal!!!
Veí de dalt, benvingut.

. dijo...

Leo tu post e inmediatamente me pongo a tararear Frank Sinatra´s New York, New York...
Fue y es nuestra primera opción para este verano, ir a la ciudad que nunca duerme, y es que quiero hacerme una foto en 53th con 3rd!!!!
No sabemos muy bien cómo, pero parece ser que al final nos vamos a Gambia...
(ese chiste fácil...)

Darth Mindundi dijo...

Señorita Mila, sólo el hecho que haya usted pensado en regalarme una bolita de nieve con el empire, o una gorra con manitas, hace que un nudo se me retuerza en el estomago. Por eso mismo, sólo le puedo dar las gracias por hacerme sentir así. Y por no regalarme nada de ese estilo, porqué si, acertó, dejé el concepto kitch en una parada de autobús con 25 pesetas hace mucho. Y ya no lo he vuelto a ver.

Anónimo dijo...

Una crónica fresquita servida en una balanza ciega... Me ha encantado el relato... era de esperar ante tal envidiable capacidad de observación.
La próxima podría ser de Tokio no??..

mila dijo...

Amigo hops, deshaga el nudo en el estómago que va mal para la digestión. Es una suerte que usted no haya vuelto a ver el concepto kitch por ahí, porque a mi me rodea constantemente y debo esquivarlo con quiebros de cadera a lo Ronaldinho (se escribe así?). Hace nada llegó a mis manos ¡REGALADO! una especie de plataforma con un corazón de purpurina y cuatro querubines que giran al ritmo de una música de bazar chino. Podría abrir un museo en mi estantería del despacho.
Lucien, gracias por sus palabras. No sé si usted lee las mentes, pero hace muuuuucho que le estoy dando vueltas a la idea de Tokyo. Estoy obsesionada con dejarme caer por ahí... PEro creo que es un destino al que hay que ir acompañado de nativo/a para apreciarlo más allá del turistiqueo. Y de momento no conozco en profundidad ningún/a nipón/a (amén del precio del avión, que también tira p'atrás, como el pelo de Julián Muñoz).