miércoles, septiembre 20, 2006

MI ODISEA PARTICULAR. Gierassimo y la cabra, part tú (2)

Con pericia de experto y grandes dotes de marinero, Gierassimo llevó la zodiac hasta el acantilado donde estaba la cabra. Me pareció que la pobre estaba a punto de suicidarse: miraba al mar como buscando valor para saltar y ahogarse. Gierassimo me pasó el timón y me dijo que me acercara despacio a ella. Su padre también estaba allí, en su zodiac cochambrosa. Le susurraba palabras en griego, tratando de tranquilizarla; una especie de Robert Redford pero más pintoresco. Cuando padre e hijo estuvieron al lado de la roca donde la cabra hacía equilibrios al más puro estilo pasatiempo gitano (sólo faltaba el organillo), la cabra se tranquilizó. Supongo que reconoció a sus dueños. Dejó de balar o lo que sea que hacen las cabras y con un grácil movimiento, siguiendo las indicaciones de Gierassimo, subió tan pancha a la barca de la familia.
–Hay que joderse. Parece Pedro el cabrero–soltó la bruta de Marta.

Antes de irse con su padre y la cabra, Gierassimo nos dio repetidamente las gracias:

–Venid esta noche al chiringuito. Os invitaremos a cenar por ayudarnos. Yo asentí sonriendo, o sonreí asintiendo. No sabría decirlo, estaba extasiada.
Aquella noche, Marta, yo y nuestro moreno arrebatador nos plantamos en el chiringuito. Gierassimo llevaba una camisa blanca a juego con sus dientes. Nos saludó encantado de la vida y nos aseguró que íbamos a alucinar con el souvlaki de su madre. Así dicho (o escrito) suena un poco absurdo, pero realmente su madre hacía un souvlaki de llorar de bueno. Luego nos propuso ir por ahí de copas. Llegamos en un plis a un bar musical en Kioni. Todo el mundo parecía conocerle. Convencí fácilmente al dj para que dejara el hip-hop (sí, sé que ese estilo musical merece todo el respeto del mundo pero, qué queréis que os diga, no me gusta). Clavó algunos temazos de allí por los noventa y Marta y yo nos desatamos a bailar. Y como una cosa lleva a la otra, la gente se fue animando y aquello acabó pareciendo un guateque. No sé cómo ocurría, pero en mi mano siempre había un vaso lleno de gin tonic.
–Uff, Marta, está muy bueno. Hacía tiempo que no veía un tío tan guapo.

–A mi, chica, qué quieres que te diga. Me intimida tanta buenez.
–Joder, y a mi. Si ya sabes que a mi generalmente me dejan bastante indiferente los buenorros. Siempre me fijo en escuchimizados y más bien feítos. Pero éste, no sé, tiene un punto entrañable…
–Claro que tiene un punto entrañable. Como que acaba de salir del nido.

–¿Tú crees?

Ninguna de las dos nos habíamos atrevido a preguntarle cuántos años tenía.
De repente Gierassimo “the kid” me cogió por la cintura y empezó a decirme cositas lindas. De reojo iba admirando yo su nariz de cánones clásicos y sus rizos y su piel y me iba poniendo nerviosa. Así que decidí salir de dudas. Me di de vuelta y sobreponiendome al atontamiento que me producía la visión de su rostro perfecto se lo solté.
–¿Qué edad tienes?
Me sonrió antes de contestarme.

–El mes que viene cumplo 18.
Mi cara debió delatar la mezcla de espanto e incredulidad.
–¿Es eso un problema? –me preguntó. “La pregunta debería ser si es eso legal” –pensé.
–¡Tengo 11 años más que tú! –le dije poniendo cara de “¿tú qué opinas, pequeño impostor?”
Volvió a sonreír como si nada. Fue acercando su cara a la mía hasta dejarla a un milímetro. Se me instaló en la cabeza la canción “Closer” de The Tiny: “Now i'm thinking maybe i was stoned, I felt my feet lift off the ground. And my heart was screaming. And my bones. I need you closer”
–Eso no es un problema. Y me besó.
A la mañana siguiente dormía en mi cama como un angelito. Le hice esta foto y después entré flotando en la habitación de Marta.

–Soy el Nabokov de Ithaki.
–¿Y?

–Ha sido una pasada. A la mierda los prejuicios. Hacía tiempo que no echaba tres polvos en una noche.

–Qué suerte.

Nos quedamos calladas.

–Mila

–¿Qué?
–Envíalo a su casa o sus padres te denunciarán.

Creo que le despertaron nuestras carcajadas.

11 comentarios:

Luisru dijo...

Asaltacunas¡¡¡

Anónimo dijo...

¿Sólo 3 en una noche?

Hay que practicar más Mila!

;-)

Darth Mindundi dijo...

Dioses! Se puede hacer con un/a menor sin que te salga la Guardia Civil de debajo de la cama? Y yo todo este tiempo esperando cómo un pajarito... Veo que he perdido el tiempo... Lo importante de este post es: Exactamente donde vive Gierassimo? Y tiene una hermana?

Ella dijo...

Dioooos, lo que me he podido reir. Te digo en serio que no sé que pasa pero ultimamente las mujeres de mi entorno (me incluyo) estan teniendo lios con yogurines, no sé, a mi es que me ponen y eso que antes decía que nunca con alguien mas pequeño que yo peeeeero, hasta que no se prueba no se sabe.
Ellos quieren experiencia y nosotras resistencia física. Punto :P

Besitos guapa!

Abogadaenbcn dijo...

Supongo que prefieres que no te dé mi opinión como abogada de todo esto...ejem....

Pero como mujer....QUÉ ENVIDIA!!!

Besos.

Carmen dijo...

...si te dijo que el mes que viene cumplía 18 eso quiere decir que aun no tenía los 17, seguro! jajaja Suelen mentir en la edad hasta que realmente no llegan a las 20 y pico!

Vencido dijo...

Cómo se nota que soy un antiguo. Yo creía que los únicos que íbamos detrás de las colegialas éramos los chicos pero ya veo que los tiempos adelantan que es una barbaridad. Me congratula grandemente.

Anónimo dijo...

Has conseguido ponerme... feliz por ti, muy feliz, más de lo normal.
Parece absurdo que un tipo como yo se deje llevar por esos sentimentalismos virtuales. Deberé pensar mejor lo que ocurre en mi cerebro.
Curioso...

Y, después de todo, tampoco era un menor. Y estaba para comérselo. Y te lo comiste.
Mejor que lo hicieras tú que no otra, ¿no te parece?

08181 dijo...

Si tienes pensado seguir este filon, te recomiendo hacer ejercicio y buscar un abogado ;)
que te quiten lo bailao!

ScullyMD dijo...

Enhorabuena a las premiadas, mila!!! La foto la veo un poco pequeña... creo que yo tb necesito más información... de las aventuras del calvo vallisoletano daré cuenta en breve, no te preocupes!!!

Androide Paranoide dijo...

Empieza bien el tour. "Donde hay pelito no hay delito" me decía un amigo. No pregunte por qué me lo decía, ejem.