Queridos y abandonados amigos y amigas visitantes:
No estoy muerta, pero sí extenuada. Y la causa de mi extenuación ha sido una maratón de SEXO que todavía consigue que silbe always look for the right side of life como una posesa cada mañana de tanta felicidad. Ello no es óbice (lo sé), para tener mi Manual tan descuidadito. Podría decirse que los acontecimientos este verano me han ido sobrepasando a una velocidad superior a la que mi cabeza, mis manos y la conexión ADSL de la ciudad de turno pueden asimilar.
Mi autoexigencia me ha llevado a descartar todo lo que escribí para ir publicando en el blog. Cuando aparecieron ELLOS en mi vida (aún no me acostumbro al plural) se me desmontaron mis temitas pseudo-lloricas acerca de las migajillas que el señor Maravillas iba dejando para que una humilde servidora muerta de hambre las recogiera, y tuve que replantearme mis ansias de despotricamiento. Cuando aparecieron ELLOS, tal y como vaticinaba algún anónimo en días pasados, dejé de fracasar con los hombres, aunque haya sido durante una etapa con fecha de caducidad. Porque los amores de verano, todos lo sabemos, se acaban con el ídem, y ésa es la gracia. Que ya nos lo ha recordado la tele hasta la náusea con sus reposiciones de Grease.
Ahora he vuelto a la opacidad del día a día, y ELLOS han desaparecido, pero gracias a este manual, a la memoria y a la sabia expresión “que me quiten lo bailao”, voy a estar de subidón durante unos meses de prórroga.
Empecé escribiendo los ENCUENTROS IMPOSIBLES que el calor y el verano me estaban regalando en el jurásico soporte papel como si se tratara de un diario de adolescente . Traté de colgarlos en el blog desde Atenas, desde Galicia y desde Amsterdam. En los dos primeros casos desistí yo misma por miedo a que la historia se gafara. En el último, me hice la picha un lío con el botón y se me borró todo.
Ahora me toca poneros al día de mis avances con el sexo opuesto y con mi cambio de mentalidad que hace que, aunque siga más sola que la una, recuerde con estúpida sonrisa las numerosas noches retozando en camas ajenas. Gierassimo, Erik, Suso, Adam, pero también “el ojeras”, “el polvo pendiente” y otros sin nombre ni sobrenombre. Gracias, gracias a todos porque, aunque siga fracasando en lo duradero, mi éxito estacional ha significado el mejor verano de mi vida.
(El de la foto es Erik, un holandés muy divertido pero poco ducho con la cámara de su móvil).
No estoy muerta, pero sí extenuada. Y la causa de mi extenuación ha sido una maratón de SEXO que todavía consigue que silbe always look for the right side of life como una posesa cada mañana de tanta felicidad. Ello no es óbice (lo sé), para tener mi Manual tan descuidadito. Podría decirse que los acontecimientos este verano me han ido sobrepasando a una velocidad superior a la que mi cabeza, mis manos y la conexión ADSL de la ciudad de turno pueden asimilar.
Mi autoexigencia me ha llevado a descartar todo lo que escribí para ir publicando en el blog. Cuando aparecieron ELLOS en mi vida (aún no me acostumbro al plural) se me desmontaron mis temitas pseudo-lloricas acerca de las migajillas que el señor Maravillas iba dejando para que una humilde servidora muerta de hambre las recogiera, y tuve que replantearme mis ansias de despotricamiento. Cuando aparecieron ELLOS, tal y como vaticinaba algún anónimo en días pasados, dejé de fracasar con los hombres, aunque haya sido durante una etapa con fecha de caducidad. Porque los amores de verano, todos lo sabemos, se acaban con el ídem, y ésa es la gracia. Que ya nos lo ha recordado la tele hasta la náusea con sus reposiciones de Grease.
Ahora he vuelto a la opacidad del día a día, y ELLOS han desaparecido, pero gracias a este manual, a la memoria y a la sabia expresión “que me quiten lo bailao”, voy a estar de subidón durante unos meses de prórroga.
Empecé escribiendo los ENCUENTROS IMPOSIBLES que el calor y el verano me estaban regalando en el jurásico soporte papel como si se tratara de un diario de adolescente . Traté de colgarlos en el blog desde Atenas, desde Galicia y desde Amsterdam. En los dos primeros casos desistí yo misma por miedo a que la historia se gafara. En el último, me hice la picha un lío con el botón y se me borró todo.
Ahora me toca poneros al día de mis avances con el sexo opuesto y con mi cambio de mentalidad que hace que, aunque siga más sola que la una, recuerde con estúpida sonrisa las numerosas noches retozando en camas ajenas. Gierassimo, Erik, Suso, Adam, pero también “el ojeras”, “el polvo pendiente” y otros sin nombre ni sobrenombre. Gracias, gracias a todos porque, aunque siga fracasando en lo duradero, mi éxito estacional ha significado el mejor verano de mi vida.
(El de la foto es Erik, un holandés muy divertido pero poco ducho con la cámara de su móvil).
8 comentarios:
Bienvenida Mila,
más vale tarde que nunca. Aunque si la causa de nunca es la fornicación extrema, no sé qué decirte.
Carambita!
igual te digo yo... que ilu leerte, de verdad! y yo me pregunto porqué solo en verano pasan estas cosas? yo ya tiemblo en pensar en el otoño pero con esta lista de miembros que debes haber agregado en un listín telefónico una no tiene motivos para aburrirse viendo como caen las hojas de los árboles, eh?
Besos
MILA!!!!!!!!!!!!! como te he echado de menos. Qué pasada lo que nos cuentas!!! qué envidia!!!! Qué alegría que hayas vuelto. De verdad.
Como dice Carmen... esta lista de MIEMBROS
No me extraña nada que en Amsterdam te hicieras un lío con el botón. Es una ciudad un tanto... especial.
Me alegro mucho de poder volver a leerte y no dejes perder esta magnífica racha, aunque el frío nos atonte.
Se te ve bien, muy requetebien. Ahora ya sabes que puedes con todo. El saber es mucho, ahora ya no hay excusa.
Un abrazo.
Buena excusa (o excusas) para la espantada. Lo que me extraña es que recuerde siquiera lo que es un blog después de semejante maratón.
Encantado de su regreso.
Querida Mila:
a) Gracias por la visita.
b) Enhorabuena por los 'grandes triunfos' del verano.: Keep on ridin'
c) No digas que a los 29 te sientes mayor, joía :-D
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