lunes, noviembre 27, 2006

ESE SER

Dolorida pero sana y salva retomo mi acelerada vida. Pero ya nada será igual. No después de haber compartido habitación de hospital día y medio con ese ser (Carmen, qué clarividencia la tuya al preguntar). Ese ser que ni en tus peores pesadillas, en tus más funestas quinielas, en tu vaticinio más pesimista puedes llegar a imaginar como hipotética compañía de convalecencia: la compañera de habitación loca de remate.

Ni parapetándome tras la pantalla de la nintendo DS, con los auriculares a todo volumen, conseguí librarme de la letanía de su verborrea. Qué capacidad para saltar de un tema a otro, hilvanándolos sin ningún tipo de relación ni temática ni gramática. Qué estoica habilidad para hablar y hablar y hablar y siempre de temas escatológicos, médicos, psiquiátricos. Por la habitación desfilaron virtuales conocidos suyos de comportamiento innoble, modelos, presentadores de la tele y médicos sin atisbo de vergüenza, anécdotas insulsas de vacaciones y dolencias sin fin.
Estuve a punto de colarle el diazepán ése que te enchufan a la hora de dormir en su vaso de agua mientras no miraba, con tal de ganar una hora de sosiego, de paz, de solaz esparcimiento. Pero como estaba conectada al suero, pues no tenía mucha movilidad, fíjate.
De nada sirvió pedirle silencio. De nada sirvió insinuarle fatiga, nerviosismo o autismo súbito. Ella lanzaba las palabras al aire, hablaba para una audiencia imaginaria, así que yo acabé desarrollando una habilidad pasmosa para asentir periódicamente y desconectar por completo. En el fondo le daba igual que escucharas o no.
Con este panorama, comprenderéis el alegrón que me dio cuando vinieron a buscarme para llevarme al quirófano. Creo que he sido la única paciente en la historia clínica del hospital que recorrió los pasillos en camilla con una sonrisa en los labios.
Bueno, también influyó en mi buen humor un SMS de última hora:
"Ánimo, princesa, que todo irá la mar de bien. Un beso".
Princesa. Beso.
Era del señor Maravillas. Sabía de mi intervención por mi amiga Elena, que trabaja con él.
Me gustaría poder contaros que gracias a la anestesia viví con él un apasionado romance de ensoñamiento, pero será que la química avanza que da gusto, porque me quedé grogui y no recuerdo nada.
Por suerte para mi y mi sufrida convalecencia, el Ser fue intervenido quirúrgicamente ese mismo día, con lo que gané una tarde de serenidad en la que me dediqué a fantasear a mis anchas. También recibí una llamada de Mario (bueno, me llamó más gente, pero sólo esa llamada me produjo aceleramiento cardiovascular). Fue escueto, casi seco, preguntándome qué tal había ido y esas cosas. Le dije que bien.
Hemos quedado este viernes.
Al día siguiente me facturaron a casa y aquí estoy de nuevo, en activo, feliz y contenta por haberme librado de mis cuerpos extraños y, sobre todo, de la loca de remate.
De vez en cuando miro el mensaje de mi móvil y también siento taquicardias.
Pero no quiero pensar en el señor Maravillas.
Así que recupero en mi mente la voz telefónica de Mario y sonrío de medio lado.
Gracias a tod@s por los ánimos virtuales.

Una canción para recuperarse: Take my temperature, Kaiser Chiefs.


20 comentarios:

Abogadaenbcn dijo...

MILA!!! bienvenida!!! Espero que todo bien! Un besazo enorme!

Anónimo dijo...

Me pregunto:

¿qué pasará si Sr. Maravillas, Mario o cualquier otro calamar introspectivo descubre tu blog?

Por cierto, bienvenida al mundo de los sanos :-)

mila dijo...

Bueno, calamar, no eres el primero que pregunta. Es un blog que sólo conoce mi amiga Marta. Y si pones mi nombre en google no sale. Así que es difícil que den con él. Si eso pasara... supongo que haría un agujero en el suelo y me iría directa a Nueva Zelanda por el subsuelo.

Luisru dijo...

Debe ser una especie de ley universal el que los compañeros de habitación en los hospitales públicos estén chiflados. Una vez que mi madre estuvo ingresada, su compañera era una vieja con una cicatriz de la garganta a la tripa que, además de desvariar, no paraba de tirarse pedos.
Me alegra de que ya estés en casita, que el hospital es un coñazo.

Anónimo dijo...

Me alegro mucho de que todo haya ido bien!!!
Siento lo de tu compañera de cama , imagino que puede ser realmente desesperante.
Intenta olvidar ese episodio de tu vida!!
Besos.

Anónimo dijo...

Me alegro de que todo fuera bien, no me gustan lo hospitales y lo has tenido que pasar fatal fatal con la cacatúa al lado. Yo pago religiosamente un seguro médico para evitar esas cosas.(o poder intentarlo)
Respecto a la pegunta del usuario anónimo... Si a mi me pasara lo mismo con mi flog quizá me diera un pequeño patatus. Difícil sería, pero recuerda aquella canción... "uh, vaya lío, los amigos de mis amigos són mis amigos..."
Sin más me despido, me encanta leerte, me declaro fan.
Besos

Ángel dijo...

Me abstengo de contar la historia de un amigo, su compañero de habitación y la lavativa de éste. Uno cosa terrible, la verdad. Personalmente, en los hospitales sólo he tenido problemas con gitanos. En particular con una señora que debía desayunar altavoces.

En cualquier caso, la gente es muy grosera. Hay taxistas, camareros e incluso compañeros de avión que no conciben el silencio como alternativa a una conversación absurda. Los peores de todos, los dependientes que te persiguen mientras echas un vistazo en una tienda.

Bienvenida al mundo de los sanos.

Moblog dijo...

Bienvenida, Mila. Espero que esté todo bien.

Carmen dijo...

Mila, no me refería precisamente a este tipo de compañía! Yo había imaginado otro tipo de clarividencia no este tostón de tía... ¿Le llegaste a ver la cara al camillero? o ¿es que el SMS te dejó con la vista nublada?

Androide Paranoide dijo...

Yo creo que los seres no están realmente enfermos, sino que están contratados por las clínicas privadas para engrosar sus filas.
Feliz recuperación.

Anónimo dijo...

Tras llegar a este blog a través del de mi amigo Ángel, he tenido que leerlo enterito, post tras post, en una mañana de trabajo improductiva (para mis jefes). Y luego releerlo. En serio, ¿dónde estáis escondidas las chicas como tú? Vivís en una realidad paralela a la mía, que puedo intuir, pero a la que no puedo acceder? En tus términos, y tan sólo como ejemplo, por qué todas las chicas que conozco a diario parecen tener como referente a Gabrielle Solis y ninguna a Brie Van Camp? No hace falta que contestes a esta letanía de lamentos, jajaja...
Un lujazo de blog. Divertido, irónico, mordaz... Felicidades!

Vencido dijo...

Me alegro tu rápida recuperación y de la re-entrada en la atmósfera del Sr. Maravillas. Como soy un sentimental, yo sigo apostando por él jejej,...

Suerte el viernes.

Art_Alegoría dijo...

Excelente.







Sin matices grisáceos.


Sin creatividad marketiniana.






Excelente.







Un atento y cordial saludo






Art_Alegoria

Anónimo dijo...

También, también...
A Cheli una vez la ingresaron al lado de una suicida.
Desesperada le llegó a decir que la próxima vez escogiera un lugar más alto para tirarse. Durante una visita me llegó a pedir que la tirara por la ventana o que me la tirara porque era una mal-follada e igual la arreglaba. Todo eso en voz alta. Lo peor es que la desgraciada se apuntaba a todas.

Y... eso, pues me alegro que estés tan bien y en forma
Lo de que no te leen te sorprendería.
No es que quiera alarmarte pero, ¿por qué no instalas un contador?
Te llevarías una sorpresa.
Un abrazo.

mila dijo...

Bueno, veo que las anécdotas hospitalarias dan para llenar un libro... Creo que hay una especie de conspiración mundial para hacer de la estancia en un centro sanitario un pequeño infierno saca-de-quicio.
A los reciénllegados, muchas gracias por los inmerecidos halagos. A los demás, muchas gracias por las calurosas palabras de rentrée.
En cuanto tenga un minuto libre, allí que voy a explicaros el nuevo culebrón en el que me he visto inmersa...

. dijo...

Que bien que ya estes recuperada!!
Me alegro. Los vecinos extraños de habitación son como la ley de Murphy que siempre se cumple, así que con ellos, siempre te toca alguno.

Pete Vicetown dijo...

Descubro tu blog justo a tiempo para darte la bienvenida a tu vuelta del hospital.
Es horrible pasearse con un batín que te deja el culo al aire.
Espero que te vaya bien.
Procuraré apsarme a menudo.

Abogadaenbcn dijo...

Nuevo culebrón????? Ya tardas! petonets guapa!

ScullyMD dijo...

Ánimo, ánimo... la cos marcha... para que luego te quejes... ese señor maravillas regresa!!!!!! mmmm... la cosa se pone interesante!!!!!!

Javier Hernández dijo...

De todas formas, me gustaria saber si hubieras dado tu el primer paso.
Creo que el orgullo os hace sentiros más fuertes y no sé por qué pero en muchas casos las mujeres son capaces de esperar y aguantar lo que sea para no ser, ellas, las primeras en llamar al señor maravillas, por ej.
No sé si me he ido por la tangente, pero bueno...
De todas formas, ten cuidado con google que es muy listo... y muchas veces uno llega a blogs que pueden ser bastante sorprendentes!!!!

Besos!!