Hoy he soñado que me enrollaba con Sawyer, el de Perdidos. Aunque está bueno a morir, no me suelen gustar los guapos-prototipo (me mola más, por ejemplo, Sayid), pero el chico ha estado tan bien en mi sueño que creo que ahora lo miraré en cada capítulo con otros ojos. Concretamente con ojos de lagarta. El caso es que hoy, a través del sueño y de Sawyer me ha dado por pensar más de la cuenta en Mario, el hombre tranquilo. No es que se parezca a Sawyer (no abundan los Sawyers ni las Kates por el área metropolitana), pero los dos tienen la misma mirada entre malvada y burlona. Y así estamos otra vez: un nuevo candidato a copar el manual.
A Mario le conocí en el (paréntesis: MARAVILLOSO, cierra paréntesis) concierto de Muse. No salió de la nada como Elvira sino que teníamos amigos comunes. Yo fui con mis ex compis de trabajo Joana, Pablo y Toni. Los veo sobre todo en conciertos y músicas de guardar y Toni siempre se ofrece a subirme a sus hombros; gracias a él pude ver hace tres años en el Primavera lo gordo que estaba Frank Black. En el concierto de Muse estábamos en un lateral de las gradas del Palau d’Esports y no tuvo que hacerse el machote porque veíamos perfectamente. Toni y Pablo, que estudiaron juntos diseño gráfico, habían quedado con unos amigos de aquella época jovial e inútil. Para mi alivio no eran gafapastas ni pelilamidos, sino un par de chicos la mar de normales ostentando con orgullo el uniforme tradicional de mi corazón: tejanos, camiseta y Vans.En concreto las Vans de Mario eran preciosas, en contraste con su anodina camiseta.
Hablamos poco y fumamos mucho. Mi radar detecta-futuribles está en el taller por culpa del capullo de Mr. Wonders, así que no estuve chisposa, ni tan siquiera amable. Estuve correcta, que es el deporte nacional de los catalanes y catalanas de a pie.
Justo una semana después, en una fiesta que Joana hizo en su maravilloso piso chollo de 110 m2 volvimos a coincidir todos. Fue una noche rara, casi surrealista. Mario estaba en una esquina peleándose con el corcho de una botella de vino. Le pregunté si quería que llamara a Kristian Pielhoff y no lo pilló. Claro, mi frikismo no abunda.
–Es el presentador de Bricomanía.
Se puso muy rojo y ahí corroboré que mi primera intuición de timidez supina era correcta. Por fin me sirvió un poco de vino en mi vaso de plástico, con trocito de corcho flotante incluido. Empezamos a hablar de sus Vans y mientras le describía cómo eran el último modelo de mi amigo Pep “el coleccionista de zapatillas deportivas”, me di cuenta de que la conversación era asquerosamente superficial, así que pasé a Peter Singer y el debate bioético con una facilidad tan pasmosa que me di asco a mi misma. Pero entonces, de repente, él pareció estar en su salsa:
–Su Compendio es un referente casi insuperable para la ética filosófica actual–me contestó.
Toma castaña. Me lo tenía bien merecido por repelente.
–¿A qué te dedicas?
Resultó que el chico es bibliotecario, lector empedernido y asiduo devoraletraimpresa. Estudió bibloteconomía o como se diga después de lo del diseño gráfico por una cuestión de “vocación tardía”, como él mismo definió.
Hablamos mucho rato, sobre todo yo. A ciertas alturas de la noche pensaba que era majo pero mortalmente serio cuando apareció Joana con un plato lleno de olivas. Cogí un palillo, pero el vino acorchado o la torpeza innata me jugaron una mala pasada. No conseguía clavarlo en ninguna aceituna. Entonces él se desquitó.
–¿Quieres que llame a McGyver?
Y me miró entre malo y burlón.
Creo que Mario me gusta.
Una canción para espíritus contentos: Sirena, de Calexico. Por cierto, muy recomendables en vivo.
12 comentarios:
A ver si acabaréis descorchando champán... (con Mario).
Duval.
Estoy haciendo la ola:
MAAAARIOOOOO, MAAAAARIIIIOOO.
A por él!
1)Gran frase que demuestra autocrítica: "Estuve correcta, que es el deporte nacional de los catalanes y catalanas de a pie"
2)Calexico mucho mejor que Muse en vivo, sin duda.
3)Mucho más apropiado tu chiste que el suyo. Si te reiste con eso es que sin duda te gusta
4)¡Suerte!
1.- Es que las Vans son muchas Vans...Vivan las Old School
2.-Que tal Muse en directo?? Yo estuve a punto de ir...
3.-Creer es poder. Las mejores sensaciones siempre son fruto de conversaciones y calma.
4.- Abrazos.
Si se me permite opinar, yo sigo apostando por Mr. Wonders. A mí este Mario me parece poquita cosa. No parece mal chaval, pero no lo veo, no lo termino de ver.
Yo apuesto por Mario!!!! Me parece salao!!! Es que a mi tb me gustan timiditos, qué le vamos a hacer!!! Además parece que estáis en la misma onda!!! Ánimo, Mila... a por él!!!!! Y a mr. maravillas que le den pomada!!
Esperemos que sea lo suficiente fuerte porque contigo, amiga mía, hay que serlo y mucho.
PUes nada, habrá que sacar la artillería pesada e intentarlo... una vez más, que para eso esto es un Manual que no sirve para na.
Vencido, apostar, apostar, yo también apuesto por el sr. Maravillas, pero él no... ASí que vamos a diversificar. Espero realmente que no sea poca cosa don Mario, sino qué aburrido...
Diyéi, a mi los Muse me encantaron en directo; vaaaaaaale, mucha puesta en escena "de guays" pero sonaron impequéibols...
Los Calexico fue otra cosa. Eran tantos y estaban taaaaaan apiñados en el escenario! Per aún así se lo pasaron la mar de bien, mola cuando los músicos se divierten tocando, no?
Bueno, ya estoy desbarrando.
Gracias por los ánimos, flores de loto.
Anda, yo he soñado que me liaba con Kate....y ella si es mi tipo :D
Saludos
Pues yo me quedo con el cantante o el batería de Muse, al menos en el vídeo que acabo de ver me parece que no tienen nada que desperdiciar.
Mila, el próximo concierto avisa, ¿vale?
Sí, las olivas pueden ser a veces todo un antídoto contra una sobredosis de letra impresa. Hasta para los bibliotecarios y afines. besitos.
Mientras que el Mario este no sea un gafapastil pedante pedante, todo bien...el chistecito de McGyver tiene un pase, yo le daría un second chance jejeje, a ver que pasa...
Ay Mila Mila, que entresijos los tuyos, me encanta!!
besitos
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