Cuando uno cumple 29 años puede aceptarlo tan ricamente o tirarse a la alfombra del comedor y gritar desesperada, como fue mi caso. Digamos que llevo mal lo de cumplir años, aunque como bien dice mi amiga Mireia “peor sería no cumplirlos”. El caso es que una de mis estrategias para disimular tan trágico acontecimiento este año ha sido celebrarlo en el concierto de los Arctic Monkeys. Pensé que camuflada entre veintipocoañeros/as engañaría a mi subconsciente y, junto a la escasa luz del Razzmatazz que disimularía mis (incipientísimas) patas de gallo, me sentiría como si acabara de cumplir 24. Ah, bueno, y que me gusta la banda. O quizás debería decir “me gustaba”, porque la verdad es que me llevé una decepción. No entiendo por qué con una media de edad de 20, estos chicos se cansan tan pronto. ¿Qué fue de los conciertos de dos horas, donde yo (a mis lejanos, snif, 20) salía satisfecha, cansadísima y llena de orgullo de fan incondicional? ¿Qué ha pasado con los bises? ¿Ya nadie sabe lo que son? ¿Por qué ya no se grita “otra, otra”? Por qué los cantantes no se entregan fogosos a un speech chapurreando en la lengua vernácula? Allí estaban los cuatro monos tocando impecablemente y, en un periquete, dos sosos "gracias", un "hasta luego" (¿¡hasta cuándo!?) y c’est finie. Y eso que los veintipocoañeros de las primeras filas estaban entregadísimos a sus canciones y se comportaron como mandan los cánones en un concierto de rock: con gritos, saltos, mareos y algún que otro doble carpado sobre las cabezas ajenas.
Eso sí, por mucho que pretenda seguir como a los 21, lo de las primeras filas ya no me tira nada. Decidí subir al piso de arriba donde si adquirías una postura de contorsionista mandarín (amigo diyéi, pásame el hacha cuando acabes con “la puta palmera de la barra de La Riviera” para que proceda con las columnas del Razz), podías ver a sus majestades los sobrados. Cuando mi única esperanza de convertir la noche en algo inolvidable se sustentaba en la hipótesis de que a lo mejor los cubatas ya no serían de garrafón (cosa que, obviamente, no sucedió) constaté con agrado que mis percepciones iniciales habían sido erróneas: en el piso de arriba abundaban los rondadores/as treintañeros/as que ya no se sienten en la arena como en su casa. Y había más de los que yo esperaba.
Dejé a mi amiga Marta en una doble contorsión de gran dificultad y preciosista ejecución, cuyo objetivo final era mantener intactos mis 60 cm2 de suelo, para acercarme a la barra a por mi dosis de etanol. Allí me encontré al antiguo novio de una conocida. Él y su amigo, (que guardaba un cierto parecido con Jack de Lost aunque mucho más canijo y con más tatuajes en los brazos), me saludaron con una efusividad abrumadora. Parecían encantados con los Arctic, aunque desde donde estaban no se veía ni jota.
El concierto acabó pronto, prontísimo, más aún que si fuera horario de Sheffield, y Marta y yo nos fuimos con ellos a cenar. Y como una cosa lleva a la otra, al final lo de cumplir años no estuvo del todo mal y tuvo su guinda. Cuando CasiJack se fue a su casa me di cuenta de que tenía un mensaje en el móvil:
“Te he visto al salir dl koncierto y me he acerkado a saludarte, pero ibas muy deprisa y muy bien acompañada, señal que demuestra que los 29 te sientan la mar de bien. Muchas felicidades”
Era del Señor Maravillas.
Por mucho que me retorcí las neuronas, no conseguí recordar en qué estado de acaramelamiento salí del Razzmatazz. Debería estar mirando con ojos de idiota los fabulosos tatus de CasiJack y no me di cuenta de que por ahí estaba ÉL. ¡Cagüentodo! Paso casi cada minuto de mi existencia ejercitando mi poder mental para encontrarme con el señor Maravillas y un instante que me despisto, pierdo mi oportunidad. Me queda el consuelo de que al menos se acordó de mi cumpleaños. Se lo dije semanas antes, cuando compré la entrada. No me dijo que iba a venir, sino me hubiera pasado la noche desfilando entre la marea humana para dar con él… En el próximo concierto tendré que hacerme con unos prismáticos, como en la ópera. Y en cuanto a su comentario… ¿será retintín o simplemente una especie de cumplido de compromiso?
Uff, ni siquiera me atreveré a preguntárselo la próxima vez que lo vea.
Dejé a mi amiga Marta en una doble contorsión de gran dificultad y preciosista ejecución, cuyo objetivo final era mantener intactos mis 60 cm2 de suelo, para acercarme a la barra a por mi dosis de etanol. Allí me encontré al antiguo novio de una conocida. Él y su amigo, (que guardaba un cierto parecido con Jack de Lost aunque mucho más canijo y con más tatuajes en los brazos), me saludaron con una efusividad abrumadora. Parecían encantados con los Arctic, aunque desde donde estaban no se veía ni jota.
El concierto acabó pronto, prontísimo, más aún que si fuera horario de Sheffield, y Marta y yo nos fuimos con ellos a cenar. Y como una cosa lleva a la otra, al final lo de cumplir años no estuvo del todo mal y tuvo su guinda. Cuando CasiJack se fue a su casa me di cuenta de que tenía un mensaje en el móvil:
“Te he visto al salir dl koncierto y me he acerkado a saludarte, pero ibas muy deprisa y muy bien acompañada, señal que demuestra que los 29 te sientan la mar de bien. Muchas felicidades”
Era del Señor Maravillas.
Por mucho que me retorcí las neuronas, no conseguí recordar en qué estado de acaramelamiento salí del Razzmatazz. Debería estar mirando con ojos de idiota los fabulosos tatus de CasiJack y no me di cuenta de que por ahí estaba ÉL. ¡Cagüentodo! Paso casi cada minuto de mi existencia ejercitando mi poder mental para encontrarme con el señor Maravillas y un instante que me despisto, pierdo mi oportunidad. Me queda el consuelo de que al menos se acordó de mi cumpleaños. Se lo dije semanas antes, cuando compré la entrada. No me dijo que iba a venir, sino me hubiera pasado la noche desfilando entre la marea humana para dar con él… En el próximo concierto tendré que hacerme con unos prismáticos, como en la ópera. Y en cuanto a su comentario… ¿será retintín o simplemente una especie de cumplido de compromiso?
Uff, ni siquiera me atreveré a preguntárselo la próxima vez que lo vea.
12 comentarios:
Te veo bien.
Mi hijo de veintipoquísimos estaba en el concierto.
Yo, como tengo cincuentaysuficientes, no. Pero donde estaba, tampoco lo pasé nada mal.
Hace pluscuanaños, como me llevo ocho con Cheli y la puñetera estaba de un buenazo que te cagas. Me regodeaba a la edad de treinta y siete, decirle que me cepillaba a una veinteañera de vértigo.
Y ella contentísima.
Todo es ver el vaso medio lleno o medio vacío.
Un abrazo y ánimos.
Hola Mila, Pau me ha recomendado, leerte.
¿29 años? por favor, por favor, coge el biberón y cuidado con quemarte, jaja.
Si tuviese la posibilidad de cumplir de nuevo 29 ¡¡sería fantástico!!! Es un número precioso.
Mira, Mila, la sensualidad que tiene una mujer de tu edad es tremenda, así que ni te preocupes.
Besitos
Comprendo tu depresión. Cuando cumplí 29 años me dio muy fuerte. Intuía que iba a llegar a eso de ser un treintañero y no me veía madurando, hipotecándome y teniendo hijos. Tampoco me veo ahora, 7 años después, así que me imagino que mis temores eran infundados. No sé si es tu caso.
Y yo creo que al señor Maravillas lo tienes muerto. Con lo torpes que somos lo tíos para mandar SMS's, el hecho de que te haya escrito uno ya es muy significativo. Lo veo todo muy prometedor, muy bien, aunque yo soy demasiado optimista para estas cuestiones.
En cualquier caso, Feliz Cumpleaños y Suerte con el Maravillas.
lo primero: sí, duro muy poco. Pero qué suerte que durara tan poco porque aquello era un horno y había que salir cuanto antes. además el sonido era malo, su actitud sobrada/pasiva/tímida y la mayoría eran hooligans.. en esas condiciones no pienso gritar otra-otra. pese a todo el disco me parece muy bueno y me niego a tirarlo porque prefiero pensar que tuvieran una mala noche.
y lo otro: felicidades y no te sientas tan mayor. Ademáslo que en realidad decía el sms era mucho más de lo que te decía y vencido lleva razón.
A mí, que se aproxime el cambio de prefijo, también me da la neura. Y los cumpleaños en general, vaya. Será trauma de la infancia: de pequeño me mordió uno.
Dos conciertos malos de dos y ambos con los mismos fallos. Es lo que tiene el "hype"... ¿vamos enterrando a los monos ya o qué?
Pau, Luna, gracias por los ánimos. No es tanto la edad que cumplo como el hecho en sí de hacer años que me deja perpleja, me da la sensación de que el tiempo pasa a velocidad de vértigo... es una cosa rara, realmente.
Vencido, yo , al revés que tú,soy muy poco optimista para estas cosas, pero como la mente masculina es un misterio insondable para mí, me da un alegrón de muerte que pienses que el sms era buena señal... y si noestabien piensa lo mismo, la ley de la acumulación está conmigo. Voy a tener que tirarme en plancha, digo yo.
Dj: ¿quién pone la pala?
Felices 29!!!!
Mila acabas de ganar 10 puntos, ¿Aún no te has aprendido la lección que de a los hombres cuanto más les das por saco más les gusta?
Tengo que enseñarte un día de que va el efecto Panayotis...
Muac
Muchas felicidades Mila¡¡¡Los Artic Monkeys no me hacen mucha gracia, prefiero mil veces a Franz Ferdinand. Me alegro de que haya vuelto el señor Maravillas, espero que te enrolles con él antes de encontrarle algun defecto. Y a mí todavía me queda para los 29, chincha rabiña a la tercera edad, je, je.
Aviso: Eso de los hombres y el saco es mentira. Yo apostaría por el lanzado en plancha. Aunque esto también depende de tus objetivos a no corto plazo.
En la votación digo si a que los sms son positivos.
Mi padre me dijo un día que aprovechase con 29 que de los 30 a los 40 ni te enteras. Pero está claro que no son ciertos ni los mejores consejos.
¡Pardiez! ¿Dónde quedó mi civismo en el primer comentario?
Felicidades.
Falta de detalles como ése son los que diferencian a gente como Mr.Maravillas de mí.
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